El inglés es probablemente el tercer idioma del mundo en número de hablantes que lo tienen como lengua materna (entre 300 y 400 millones de personas), y el segundo más hablado, detrás del chino mandarín, si se cuenta también a quienes lo tienen como segunda lengua (200 millones de personas más).
El inglés, al extender Inglaterra su lengua por todo el mundo (Imperio Británico), y al convertirse los Estados Unidos de América en la mayor potencia económica y militar, se ha convertido de facto en la lingua franca de nuestros días.
Pese a la existencia de otras lenguas internacionales y de idiomas como el esperanto o interlingua que buscan el uso de una lengua más neutral, el inglés constituye hoy en día el principal idioma de comunicación internacional. Esto se debe a que una "civilización" dominante por lo regular no adopta otra lengua, sino que, por el contrario, impone la suya; esta es la razón por la que en muchos de los países europeos se hablan lenguas derivadas del latín, por ser esta la lengua oficial del imperio romano.
Actualmente existen propuestas para la neutralidad en el uso de una lengua auxiliar; sin embargo, desde el punto de vista económico se perderían grandes cantidades de dinero que hay que pagar durante el proceso enseñanza-aprendizaje; estos son, por ejemplo, las regalías que se pagan por los libros y material didáctico en general, además de los exámenes de certificación que hay que renovar cada cierto tiempo. De ello se deduce la negativa para adoptar una lengua internacional diferente al inglés por parte de quienes obtienen provecho con este negocio.